C.D. M DEL PAN TARIMBARO

C.D. M DEL PAN TARIMBARO
ACCION NACIONAL TARIMBARO

lunes, 31 de enero de 2011

Veamos en qué consiste el himno de Acción Nacional:


En su conjunto es una proclama que se puede sintetizar en la expresión “La Nación proclamad!

Esta pronunciación enfática de un ideal es portadora de mística patriótica y partidista, como suelen ser los himnos que identifican a una institución. Se proclama lo más elemental, lo más sentido. Por eso no es un desglose doctrinario o programático al estilo de una declaración metódica de principios o de una plataforma de gobierno. ¡No! Se queda con el núcleo, con la nuez del asunto, tal como era percibido en los años cuarenta.
Comienza en su primera parte con una declaración: que en nuestra lucha por la justicia y la libertad, una levantada convicción y una resolución varonil (decidida, firme) nos inspirarán.

Después profiere una amenaza: “¡los tiranos temblarán al oír nuestro pregón!”. Si bien es verdad que cuando éramos débiles la tal amenaza si acaso ---como me dijo alguna ocasión un amigo en la universidad--- hacía temblar de risa a los tiranos, a la vuelta de los años ya vemos que ahora están temblando de miedo.
¿Y cuál es el pregón nuestro? Pues el de una patria generosa y una vida con honor. Aquí se van declarando nuestros valores fundamentales: esos valores que se abren como pétalos en torno de un centro.
Y sigue desglosando: Libertad, exigid. La Nación, proclamad. ¡Que cese ya el oprobio!
¡Conquistad libertad con Acción Nacional!

¡Es la hora de luchar!

Y si recordamos al filósofo cuando dijo aquello de que ser es luchar y vivir es vencer, se podría traducir la expresión del himno como “es la hora de ser (lo que se es) para vencer”.

Y luego viene algo de una gran belleza y fuerza: la profecía: “Nuestro México ha de ser, con Justicia y Libertad, una Patria para todos y un valuarte del ideal”.
Lo anterior engalanado por un momento de silencio que se brinda a todas las personas que han ofrecido sus vidas y sacrificios por la lucha de Acción Nacional que es la misma de nuestra Patria.

En resumen, se trata de una vigorosísima proclama de nuestro ideal, en cinco partes:

Una declaración
Una amenaza
Una propuesta de valores y acciones
Un minuto de silencio para honrar y
Una profecía

Esperamos que, visto así, el himno nos sirva de distintivo, proclama y propuesta. Pero sobre todo, como elemento de alegría en nuestros eventos, cantado a pleno pulmón, con filarmónica, banda de pueblo, o “a capella”, con toda la fuerza de nuestros corazones.

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